El Nuevo Herald from Miami, Florida • 44

CINE negras de guionista gracia excepcional, de macabra, cine con las como dos dos con director fina- David Mamet Por RENE JORDAN Critico de cine de El Nuevo Herald David Mamet, dramaturgo les de sorpresa: House of Games Things Change. Ahora Mamet aplica las tintas negras a Homicide, un filme de pesimismo sofocante. Bobby Gold (Joe Mantegna) es un atrapado entre dos casos sangrientos. Debe localizar a un negro asesino traficante de drogas, pero se distrae tratando de everiguar mato a la vieja de una tiendita. Ella en un tiempo armas a Palestina un grupo neonazi la a matar.

Gold sufre conflicto de lealtades, porque los potenciales asesinos de la anciana imprimen panfletos antisemitas en un antro decorado con swastikas. Como Gold es hebreo, se ve en la disyuntiva de defender su credo racial, abandonando la del otro fugitivo. Homicide abarca de lo que puede captar se parte por la mitad. La primera hora de furia en la de despliega todo el poder que Mamet sabe insuflarle al barriotero. Hay por lo menos una docena de extraordinarias, de que los ociosos citan para vestir de gala sus a costa del guionista.

Luego, cuando Mamet empieza a hacer juegos malabares con hebreos traicioneros, negros desconfiados autoridades corruptas, Homicide entra en progresiva donde nadie, excepto el sacrificado Gold, tiene buenas intenciones. Otro final sorpresivo, estilo Mamet, remacha el problema porque nada resulta ser lo que Muy bien escrita, muy bien actuada, filmada, Homicide es potencialmente una gran que se derrota a misma. Su angustia es tan exacerbada que llega a hacerse Mamet es casi un genio, pero esta vez se de listo. Un mundo propio Por RENE JORDAN Critico de cine de El Nuevo Herald En Mala noche Drugstore Cowboy Gus Van Sant ser el tintas Las nuevo director brillante del cine americano. En My Own Private Idaho se ha planteado un problema insoluble ha desembocado en un anonadante esto es un fabuloso desastre.

Van Sant planeado dos una del submundo de la masculina una moderna del Enrique IV de Shakespeare, enfocada en el conflicto de Falstaff el Principe Hal. Hay desempate total entre ambos conceptos por eso este filme es furiosamente desigual. Cuando es bueno, es brillante. Cuando es malo, es Empezamos por lo malo, para dejarlo pronto. El director de cine William Richert avanza ante las como actor, en un Falstaff penoso.

Keanu Reeves, como el moderno principe, tiene experiencia "shakespeariana" muy limitada cuando le dan textos adaptados de Enrique IV, su incomodidad es visible, porque se le vuelve tiesura. Reeves tiene la encomienda de este terco Su padre es el alcalde de Portland el hijo rebelde lo odia hasta el punto de prostituirse para humillarlo. Al llegar a la de edad, de vender su cuerpo sera alcalde. Reeves intenta, pero ni Laurence Olivier hubiera podido, reconciliar tantas facetas opuestas. River Phoenix, por el contrario, gloriosamente bien.

Su personaje sufre de narcolepsia, un trastorno que lo sume en un sopor cuando las cosas le van mal. El Mike Waters de Phoenix equilibra la falta de inteligencia con el exceso de ternura. Este bobo iluminado es como Mishkin, El principe idiota de Dostoievski. En My Own Private Idaho Van Sant tiene su presupuesto elevado su filme bello. Este realizador utiliza el espacio el color de las formas inesperadas, pero las se reestructuran lo se vuelve como una deserotizada por encuadres en vista fija en blanco negro.

My Own Private Idaho es un gran filme, testarudamente estropeado por la de su creador. Pero por cuadrado, contiene inteligencia deleite que cualquier otro estreno de la temporada. River Phoenix Grace Zabriskie en My Own Private Idahao, escrita dirigida por Gus Van Sant; abajo, en la misma Keanu Reeves Chiara Caselli..