JANE EYRE' FÍLMICO MILAGRO DE SUPERVIVENCIA MIA WASLKOWSKA Y MICHAEL FASSBENDER EN UNA ESCENA DE JANE. EYRE' ventaja con la pareja incomparable de Joan Fontaine y Orson Welles. La primera recomendación es buscar el aún existente y clásico casete, pero la versión actual de Cary Fukunaga prueba que el persistente fantasma de Charlotte Brontë es a prueba de exorcismo. Sparham/EFE RENÉ JORDÁN Crítico de cine/El Nuevo Herald I harlotte Brontë escribió Jane Eyre hace 164 años y todavía ejerce poderosa atracción la odisea de la huérfana casi destruida por las crueldades de un asilo, pero con suficiente energia vital para emerger como intimidante institutriz en Thornfield Hall, la siniestra, PUNTo1 indescifrable DE VISTA Mr. Rochester. *Más de 20 veces se ha a llevado al cine, la televisión y hasta el ballet, pero ante todas persiste en la memoria la de 1943, cuando Aldous Huxley y John Houseman adaptaron el voluminoso volumen y el director Robert Stevenson destiló los mejores pasajes, con Peggy Ann Garner como la Jane del orfelinato, junto a la luminosa niña Elizabeth Taylor como su moribunda condiscípula. El filme de Stevenson lleva Laurie Michael Fassbender es un Fotos Rochester más joven y atractivo que el corpulento y curruscante Orson Welles. En pareja con Wasikowska, Fassbinder le da a la vetusta historia un sustrato de sex-appeal. La dirección de Fukunaga no vulgariza el elemento erótico, pero sutilmente lo magnetiza. El nuevo guión de Moira Buffini prescinde de la constante narración y le da al director . amplitud para subrayar innegable estilo de Horror Film, que en cierta forma exudan las páginas de la novela. Thornfield Hall se envuelve de erizante atmósfera macabra, iluminada por temblorosos cirios y penetrada por enigmáticos alaridos que a medianoche emanan de la clausurada buhardilla. Jane Eyre asusta y emociona, tal como si Charlotte Bronte la hubiera redactado ayer mismo. Más de siglo y medio después, es un filmico milagro de supervivencia. La joven australiana Mia Wasikowska demostró talento en Alice in Wonderland y The Kids are All Right, pero ahora se repliega dentro de sí misma para encarnar una pálida, marginalmente fea Miss Eyre, en un trabajo serio, doloroso y quizás más convincente que el de la bella Fontaine.